La seguridad, el tránsito y los costos del transporte público podrían verse beneficiados gracias a la creación de vehículos autónomos eléctricos, equipados con tecnología que les permite conducir y llegar a su destino de manera segura, sin la intervención humana.
Según un estudio publicado por el Foro Económico Mundial “se podría reducir el costo del transporte público por kilómetro en un 40%”, se liberaría de tránsito, así como aumentarían los beneficios económicos, pues no tendría que pagar un conductor humano, sino que solo se tendría que elegir el destino al que se quiere llegar.
Además, cambia el impacto que ocasiona al medio ambiente porque reduce las emisiones de gases creados por el CO2, al mismo tiempo, hace uso de energía eólica y solar para cubrir las demandas de energía de los desplazamientos.
Estos automóviles impactarán a la industria automotriz porque reducirán el consumo de gasolina y diésel.